Cita

Y fue entonces cuando mis viejos platicaron con ellas, puesto que no querían que me quedara en la taberna, que me estaba haciendo una muchacha. Y yo que me lo miraba desde la puerta, las piernas flacas, afuera el sol y el polvo, adentro, en la sombra, esas dos manchas negras, a espacios blancas bajo sus capas. Y mi viejo con la camisa de fiesta, muy quieto en la silla sin saber que hacer con las manos, porque mi vieja ni fumar le dejaba. Y mi mamá que asentia mientras ellas hablaban y, de tanto, se giraban y me miraban. Y vi que sacaron la cajita de lata donde guardaban la plata, ahorrada de años, y a ellas les daban. Los billetes, sin saber como, desaparecieron de la mesa bajo esa montaña de ropa, que pareció cosa de magia. Y luego ellas salieron y, en pasando, una me dijo, sin atreverse a tocarme: mañana vente lavada. Y yo no comprendí mucho, pero parecióseme que algo no andaba.

100 años de terquedad. Guadalupe Simuchí Gomes Montes, Rda. Mª. Chihuahua.